Aportan un extra de firmeza a nuestros colchones, especialmente si venimos de somier de láminas.
Al ser tablas rígidas, se siente mucha más estabilidad y a la vez pueden mejorar incluso las propiedades de nuestro colchón.
Son muy recomendables para colchones con nucleo de espumación y sobre todo para muelle ensacado, pero no para los de latex (a no ser que el fabricante especifique lo contrario).
Partes de una base tapizada:
- Bastidor:
Estructura de acero que soporta la base sobre la que va a descansar la tapa. Suele llevar 3 o 5 barras transversales. Lo más acertado es que el bastidor tenga las 5 barras para tener una superficie más sólida sobre la que apoye nuestro colchón. El grosor habitual del bastidor suele ser de 5 a 6 cm. - Tapa:
Suelen ser de aglomerado o cartón kraft. La parte superior del tapizado debe ser de un tejido transpirable, una maya de 3D transpirable hecha en poliester o microfibra. - Patas:
Lo habitual es que las bases tapizadas traigan 6 o 7 patas. La séptima pata se monta en el centro para dar mayor soporte y evitar que la tapa se doble, esto es fundamental.